Poemas Amorosos De Quevedo

¡Bienvenidos al blog de «Poemas para copiar»! En esta ocasión, te traigo una selección especial de 10 poemas amorosos del reconocido poeta Quevedo. ¿Estás listo para dejarte envolver por la belleza de las palabras y expresar tus sentimientos más profundos? ¡Sigue leyendo!

1.- Soneto III
Dulcemente en mis oídos suena
tu voz, que en otro tiempo fue mi encanto;
y así, cautivo en tan feliz quebranto,
mil gustos a mi corazón despena.
Endulza el viento con tu leve pena,
y alegre me convida el triste llanto;
mas si me engañas, no me quedes tanto,
que el engaño perpetuo me hizo ajena.
La muerte a tu beldad dio eternidad,
y a tu memoria inmortal gocé vida;
pero no sales de mi pensamiento.
Tu boca imaginé, y en mi cuidado
de los reales besos que acá olvida,
mi espíritu llegó a salir contento.

2.- Soneto V
A una mujer divina
al natural, sin otra pintura
Dama en el pecho flor y angel en ella
¿De qué sirven al mundo tus espumas,
si sin ellas eres mar de ternuras?
Si sin engaño hablas, si eres sincera,
templa tu hermosura mi firmeza.
En esa boca está velada
la luz de tantos soles; hermosura,
si tú conmigo tan airada
te hallas como ardorosa y benévola.
Sólo quiero emplear con loco amor
el tiempo que pudiera amarte por.

3.- Amor constante más allá de la muerte
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido:
su cuerpo dejará no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

4.- Soneto XI
Si la ofendida Ninfa querulante
con fuerza arroja el hilo al rubio viento,
ni el aura blanda en medio del camino
se tuerce, ataja, riza o desatóre:
no turbes, Silvio, tu paciencia y canto,
que amor con nuevo engaño no divierte.
Rompe jamás en carcajadas nubes
o en maduros espigas, verde hierba.
Jamás dejes, amante Monteolo,
de esquivar la burla ingratitud nueva,
o bien con el pañuelo disimula
la gloria excelsa de tu noble amor.
No pongas tal rumorosa loba;
y guarda en lo secreto tu favor.

5.- Soneto XVII
Tus pensamientos den luz al triste viento,
tus ojos lloren el amor pasado,
y cubra el mundo el llanto con su manto;
mas no le mueva a compasión tu peina.
Y si, robusta en mi dolor ajeno,
te estás gozando de mi mal viendo,
déjame en paz morir, como me ves,
que con los meses y edades muero:
La saeta cruel que se suspende
en aire no deslinda por do vuela;
los ojos, pues, a nadie corresponde
saber por qué te lloran y suspiran
tu amor por él, sus lágrimas por ti.

6.- Soneto XVIII
Prado Pastoril, Castalia fuente,
celestial Apolo, Amor divino,
light del mundo ciego, claros ojos,
nerrada vida de la venus pura,
divino espíritu, luz entre sombras,
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Poemas amorosos de Quevedo: versos eternos para enamorar y sentir

Poemas amorosos de Quevedo: versos eternos para enamorar y sentir

En un beso, sabrás todo lo que he callado.
El amor es un suspiro en el viento,
un latido acelerado en el pecho,
un fuego que arde sin compasión,
y en tus labios encuentro mi razón.

Tus ojos son la luz que guía mi camino,
en ellos encuentro mi refugio divino.
Tu mirada es un abrazo sincero,
que me envuelve y me hace sentir entero.

Tu dulce voz es música para mis oídos,
cada palabra tuya es un regalo bendito.
Tu voz susurra al oído de mi alma,
y en cada verso encuentro una calma.

Tu cariño es un bálsamo para mi corazón,
me envuelve, me protege y me da ilusión.
Tu amor es un sueño que quiero vivir,
y en ti encuentro mi razón de existir.

Eres el sol que ilumina mi amanecer,
la luna que me guía en la noche al caer.
Eres el aire que respiro y necesito,
y en tus brazos encuentro el infinito.

En cada rincón de mi ser, solo tú habitas,
eres la llama que enciende mis noches infinitas.
Eres el sueño que siempre he perseguido,
y en tus brazos encuentro mi abrigo querido.

Quevedo supo plasmar con maestría,
los sentimientos de amor y melancolía.
Sus versos eternos nos inspiran a amar,
y en cada poema nos enseña a soñar.

Porque el amor es un regalo divino,
una llama que siempre arderá en nuestro camino.
Y con los versos de Quevedo en el corazón,
enamorados seremos por siempre, sin razón.

Preguntas Frecuentes

¿Cuál es el poema más famoso de Quevedo sobre el amor?

El poema más famoso de Quevedo sobre el amor es «Amor constante más allá de la muerte».

¿Qué características tienen los poemas amorosos de Quevedo que los hacen únicos?

Los poemas amorosos de Quevedo se destacan por su profundidad emocional y su estilo barroco. Sus versos están cargados de un intenso sentimiento amoroso, en los que se expresa la pasión, el sufrimiento y la melancolía. Además, Quevedo utiliza una rica y elaborada estructura métrica, empleando recursos retóricos como la metáfora y el hipérbaton para crear imágenes poéticas impactantes. Su lenguaje es ingenioso y complejo, lo que le otorga a sus poemas un carácter único y distintivo.

¿Cuáles son las temáticas recurrentes en los poemas amorosos de Quevedo?

Las temáticas recurrentes en los poemas amorosos de Quevedo son el amor idealizado, la pasión desenfrenada, el sufrimiento por amores no correspondidos y la fugacidad del tiempo.

En conclusión, los poemas amorosos de Quevedo son una joya literaria que ha trascendido el tiempo y sigue emocionando a quienes los leen. Sus versos apasionados y llenos de sentimiento nos transportan a un mundo de amor y deseo, donde las palabras cobran vida y se convierten en suspiros. En cada línea, Quevedo logra transmitir la intensidad de sus emociones, plasmadas con maestría en cada verso. Sus poemas son una fuente inagotable de inspiración para aquellos que desean expresar sus sentimientos más profundos y sinceros. Sin duda, estos poemas amorosos de Quevedo merecen ser disfrutados y compartidos con el mundo, capturando corazones y dejando huella en el alma de cada lector.